El adios de esta tarde
no desea ser olvido
vivirá en otra parte
protegido del frío
susurrará consejos
habitará otros sueños
se despide del golfo
de los atardeceres
de los afectos
de los uveros.
Silencio...
el corazón no fallecerá
aunque esté herido
y el amor
no morirá
porque se sembró en mi para siempre.
Silencio... llévate este momento.
Mercedes Betancourt/